Un diputado de la Liga italiana golpeó en la cabeza a otro del Movimiento 5 Estrellas, que tuvo que salir de la Cámara en silla de ruedas
El episodio de violencia ocurrido el miércoles en la Cámara de Diputados ha causado un escándalo en Italia. Un empleado resultó herido y el diputado del Movimiento 5 Estrellas (izquierda) Leonardo Donno se desplomó tras ser golpeado, al parecer, por un diputado de derechas. Donno contó al diario Corriere della Sera: «Me dieron varias patadas, me tiraron de la camisa. Luego me dieron un fuerte puñetazo en el esternón y me desplomé porque perdí la respiración. Fue un diputado de Hermanos de Italia quien me golpeó».
La causa del incidente, durante el que diputados de la Liga y Hermanos de Italia (ultraderecha) rodearon al diputado del M5E y se abalanzaron sobre él, fue el intento de Donno de entregar una bandera italiana al barón de la Liga y ministro de Asuntos regionales, Roberto Calderoli, impulsor de la reforma de la autonomía diferenciada, que pretende dar más poderes a las regiones y que los partidos de izquierda, en la oposición, ven como una amenaza para la unidad nacional y la igualdad entre los ciudadanos del norte y el sur. Y no son los únicos preocupados.
Según un diputado centrista, «hay que mejorar profundamente la reforma porque corremos el riesgo de que el norte de Italia se convierta en algo parecido a Cataluña, pero más grande. Deberíamos invitar a la Cámara a Feijoo, para que nos explique lo que ha pasado en España en los últimos años». También hay inquietud entre muchos académicos. Durante una reciente mesa redonda en Padua, en el noreste de Italia, Filippo Sbrana, historiador económico y experto en las relaciones entre las regiones del norte y el sur, señaló que el caso catalán es una advertencia para el país transalpino: «El caso español nos recuerda los riesgos, al menos potenciales, que conllevan estos asuntos».
Para el presidente del Senado, Ignazio La Russa (HdI), el violento episodio en la Cámara supone un grave daño para la reputación de Italia, donde se celebra hasta este sábado el G7. «Estamos dando una imagen peor de la que damos normalmente. Me parece un harakiri», declaró a los medios.
La oposición asegura que su batalla contra la autonomía diferenciada continuará, así como la que libra contra la reforma promovida por Giorgia Meloni, primera ministra y líder de HdI, para cambiar la Constitución y dar más poderes al primer ministro. Si las dos reformas fueran aprobadas, Italia cambiaría profundamente. En las recientes elecciones europeas, los votantes de las regiones del sur premiaron al Partido Demócrata (centroizquierda), empeñado en detener a toda costa las dos reformas.
Fuente: La Voz de Galicia