Versión Final– Caracas, 14 de enero de 2025-. La madrugada del 13 de enero de 2025 marcó el inicio de una protesta sin precedentes en la sede de Homicidios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc), ubicada en la avenida 20 con carrera 34 de Barquisimeto, estado Lara. Un grupo de 60 privados de libertad, compuesto por 55 hombres y cinco mujeres, se declaró en huelga de sangre en respuesta a una serie de condiciones que consideran inhumanas y abusivas.
Los reclusos comenzaron la huelga alrededor de la medianoche, cortándose las muñecas, brazos y piernas como forma de presión para que sus demandas sean atendidas por las autoridades correspondientes. Según fuentes cercanas, los prisioneros buscan visibilizar su malestar ante lo que describen como una serie de irregularidades en su trato por parte de los funcionarios del Cicpc, reseña Una Ventana a la Libertad (UVL).
Las razones detrás de la huelga son varias y han sido expuestas por los propios reclusos a través de cartas y algunos familiares. Entre las principales demandas se encuentran la suspensión de visitas familiares, pues desde diciembre de 2024 los presos no han podido recibir visitas de sus familiares, una medida que coincide con las festividades decembrinas, generando malestar entre los detenidos, que consideran esta restricción como un trato humillante.
Otro motivo de la huelga de sangre es el maltrato por parte de algunos funcionarios. Los reclusos denuncian abusos físicos y psicológicos por parte de varios custodios del Cicpc, lo que agrava la situación de hacinamiento y escasez de recursos dentro de la prisión.
UVL también conoció que tras la designación de un nuevo jefe comisario en la sede, los privados de libertad aseguran que se han aplicado nuevas reglas que violan sus derechos humanos. Estas incluyen restricciones más severas a las visitas, retardo en la entrega de comida o traslados a tribunales y la imposición de castigos colectivos.
También detallaron que existen condiciones desiguales entre presos pues señalan que existen presos que fueron expolicías a quienes le otorgan beneficios como visitas sin restricciones y comidas especiales, lo que consideran un trato desigual que fomenta la discriminación dentro del sistema penitenciario.
A medida que las horas de la huelga transcurría, varios de los reclusos comenzaron a sufrir algunos mareos productos de las heridas, y al mediodía del 13 de enero varios de los manifestantes fueron trasladados a hospitales cercanos, entre ellos el Hospital Antonio María Pineda de Barquisimeto y el Seguro Social Pastor Oropeza, para recibir atención médica urgente.
Esta huelga de sangre marca la primera protesta de presos en 2025, destacándose por la gravedad de los métodos empleados y la visibilidad que ha adquirido en los medios de comunicación. Los defensores de derechos humanos, organizaciones no gubernamentales y autoridades judiciales ya han comenzado a seguir el caso, y se espera que el Ministerio de Interior y Justicia, junto al Ministerio Penitenciario, emitan pronunciamientos al respecto.