La lechosa o papaya es una fruta tropical originaria de México, que se cultiva en muchas regiones del mundo por su sabor dulce y suave. Además de ser deliciosa, la lechosa tiene múltiples propiedades nutricionales y medicinales que la convierten en un alimento muy beneficioso para la salud.
En este artículo, te contamos algunos de los beneficios de tomar jugo de lechosa todos los días.
1. Es un buen diurético
El jugo de lechosa tiene un alto contenido de agua y potasio, lo que ayuda a eliminar el exceso de líquidos y toxinas del organismo. Esto previene la retención de líquidos, la hinchazón y la hipertensión arterial. Además, el jugo de lechosa favorece el funcionamiento de los riñones y previene la formación de cálculos renales.
2. Aumenta las defensas naturales
La lechosa es una de las frutas que más vitamina C aporta, superando incluso a la naranja. La vitamina C es un poderoso antioxidante que protege a las células del daño causado por los radicales libres, que son moléculas inestables que se generan por el estrés, la contaminación o el tabaco.
La vitamina C también fortalece el sistema inmunológico y ayuda a prevenir y combatir resfriados, gripes e infecciones.
3. Mejora la salud de la piel
Otro de los beneficios de la vitamina C es que estimula la producción de colágeno, una proteína que le da firmeza y elasticidad a la piel. El colágeno también ayuda a cicatrizar las heridas y a reducir las arrugas y las manchas.
Por otro lado, la lechosa también contiene vitamina A, que mejora la hidratación y la regeneración de la piel. El jugo de lechosa puede aplicarse directamente sobre el rostro para limpiarlo, tonificarlo y darle brillo.
4. Función antioxidante
Además de la vitamina C y la vitamina A, la lechosa también contiene otros antioxidantes como el licopeno, el betacaroteno y los flavonoides. Estos compuestos previenen el envejecimiento prematuro de las células y protegen contra el cáncer, las enfermedades cardiovasculares, la degeneración macular y el alzhéimer.
El licopeno, en particular, le da el color rojizo a la lechosa y tiene un efecto antiinflamatorio y anticancerígeno.
5. Prevención de enfermedades cardiovasculares
Los flavonoides de la lechosa tienen la capacidad de reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y de triglicéridos en la sangre, lo que disminuye el riesgo de sufrir aterosclerosis, infartos o derrames cerebrales. Además, la lechosa contiene ácido fólico, que regula los niveles de homocisteína, un aminoácido que se asocia con el daño vascular.
El jugo de lechosa también ayuda a regular la presión arterial y a prevenir la coagulación de la sangre.
6. Restaura el equilibrio ácido-base del organismo
La lechosa es una fruta alcalina, es decir, que tiene un pH superior a 7. Esto significa que ayuda a neutralizar el exceso de acidez en el organismo, que se produce por el consumo de alimentos procesados, azúcares, carnes, lácteos o alcohol. El equilibrio ácido-base es importante para mantener el buen funcionamiento de las células, los órganos y los sistemas del cuerpo.
El jugo de lechosa también aporta minerales como el calcio, el magnesio y el fósforo, que son esenciales para la salud ósea y muscular.
7. Mejora el estreñimiento
La lechosa es una fruta rica en fibra, tanto soluble como insoluble. La fibra soluble forma un gel en el intestino que retiene el agua y facilita el tránsito intestinal. La fibra insoluble, por su parte, aumenta el volumen de las heces y las hace más blandas, lo que previene el estreñimiento y las hemorroides. El jugo de lechosa también tiene un efecto laxante suave, que ayuda a evacuar con regularidad y a limpiar el colon.
8. Ayuda a la digestión de las proteínas
La lechosa contiene una enzima llamada papaína, que tiene la capacidad de descomponer las proteínas en aminoácidos más simples, lo que facilita su absorción y aprovechamiento por el organismo.
La papaína también tiene propiedades antiinflamatorias y analgésicas, que alivian los dolores y las molestias causadas por la gastritis, la úlcera, la colitis o el síndrome del intestino irritable. El jugo de lechosa se recomienda tomarlo antes o después de las comidas que contengan proteínas, como carnes, huevos o lácteos.
Fuente: Glamour